miércoles, 24 de noviembre de 2010

Viejos son los viejos

Me agarra una cierta tristeza con los viejos. Sobre todo con los de pueblo, porque la soledad y dejadez del pueblo aumentan la del viejo. Y me impresiona pensar que ese viejo alguna vez fue joven, porque eso también quiere decir que este joven, yo, alguna vez será viejo.  Y eso me entristece un poco más y me alienta a vivir cada día como si fuese el último, lo que no es una solución, pero sí un consuelo.
Los viejos hablan de las cosas que hacían cuando eran jóvenes, de sus andanzas, sus fulbos, mujeres y trabajos. Lo cuentan vívidamente y yo me pregunto desde dónde es que me hablan ¿Existió esa persona en verdad? ¿Cómo llegó a lo que es hoy? Hay una ventaja para los que mueren sin llegar a ancianos, y es que son recordados en una mejor fisonomía. Digo, cada muerto es recordado como era a la edad en que murió. Si conocen a alguien que murió de viejo, es difícil que lo recuerden con el rostro de cuando tenía 30 años. Tal vez me equivoco, no viví lo suficiente, ni vi la muerte de cerca. Tampoco es que este detalle estético les valga a ellos, bien muertos que están, a cualquier edad en que hayan muerto.
La vejez es un recuerdo de que el tiempo pasa, de que estamos de paso, de que indefectiblemente moriremos. Todo esto del 2012 es un grito que nos recuerda a modo de ficción que el mundo se va a acabar. Porque el fin del mundo es inminente, pero lo es a un nivel individual.  Y eso es todavía peor, porque es más llevadero morir en grupo, por un asteroide o bestias infernales. El mundo se va a acabar para cada uno de nosotros, puede ser en 2012, 2024 o mañana. José Ingenieros dijo que quería morir a los 40 años para evitar las contradicciones que genera la senilidad. Así fue. Curioso. De vivir ahora, José podría extender esa línea un poco más. Hasta los setenta se es digno, depende qué comió uno en su vida, el deporte que hizo, las drogas que tomó o dejó de tomar, entre otras cosas. La realidad es que es fácil para mi decirlo, porque estoy lejos aún de eso. Mi abuelo dice que cuando cumplió 60 se dijo a sí mismo "Ok, puedo vivir otros 10 años". Entonces cumplió 70 y se dijo "Me gustaría vivir otros 10 años" ¿A quién no salvo por Jose ingenieros? Esta vida es una calesita en la que las personas subidas y los juegos van cambiando. Todo lo que queremos es una vuelta más.

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