viernes, 12 de noviembre de 2010

Instrucciones para aprobar un parcial en 15 minutos

Sería una suerte para usted tener amistades estudiosas, pero las estadísticas aseguran que quién se presenta a un examen sin haber estudiado, lo hace a menudo. A su vez, los estudiosos se juntan con otros de su especie, con lo cual usted queda afuera por vago, haragan u ocioso. No es que desconfiemos de su capacidad mental: usted y yo sabemos que de estudiar como ellos obtendría las calificaciones más altas. Pero, para qué estudiar filosofía cuando su existencia se justifica en ese partido del domingo, para qué leer a Orwell cuando se puede ver Gran Hermano, para qué estudiar fórmulas matemáticas que olvidaremos en un parpadeo.
Primera observación: por lo general el sexo femenino dedica más horas al estudio que el masculino.
Segunda observación: Si bien las mujeres son más estudiosas, existen las que estudian simplemente para aprobar, y aquellas que se destacan con excelentes calificaciones. Por qué este segundo grupo carece de belleza física lo trataremos en el próximo apartado que se titula “por qué las mujeres estudiosas carecen de belleza”.
Ellas lo aborrecen a usted porque cada vez que hicieron un trabajo práctico juntos usted no hizo más que jugar con el perro de la casa y sabotear la despensa de su anfitriona en búsqueda de algo que sacie su aburrimiento. En más de una oportunidad usted ha recibido cejas alzadas y miradas esquivas al pedir apuntes o alguna respuesta de parcial. ¡Conserve su orgullo! No se acerque al grupo mendigando la respuesta a alguna pregunta que seguramente la profesora incluirá en la evaluación. Lleve consigo caramelos y un gesto apesadumbrado. Ofrézcale uno a la dama estudiosa del segundo grupo en su vuelta del baño. Ella aceptará el caramelo. Le preguntará qué le pasa, usted dirá que no pudo estudiar. Es importante que diga que no pudo, no es que no quiso; factores ajenos a su persona han imposibilitado tal tarea. Mírela a los ojos, háblele de la luna y las estrellas, aproveche y compare esos ojos con los astros. Suspire. En un tono despreocupado pregúntele si ha estudiado para la ocasión. Ella dirá que sí, usted ya lo sabe. Ofrézcale otro caramelo. Póngala a prueba y ya que no esta capacitado para hacerle preguntas específicas, pregúntele qué es lo más importante de la materia a su entender. Ella hablará. Sólo ofrézcale un caramelo más. Prefiera los de frutilla. Deben ser chicos, de lo contrario no se le entenderá cuando hable. Escuche atentamente, asienta y memorice.
Tercera observación: Apúrese, quedan cinco minutos.
El profesor ya entró. Usted esta algo mareado por la cantidad de información que recibió en los últimos minutos y se sienta en el primer pupitre que encuentra. Se asombra al descubrir que el primer pupitre es literalmente el primer pupitre, nunca se había sentado allí. No entre en pánico si no recuerda nada de lo que le explicaron. Saque dos hojas en blanco. Olvide la materia, olvide todo lo que ya olvidó. Y sobre todas las cosas, olvide a la chica del segundo grupo de mujeres con la que habló anteriormente. Acérquese al profesor con su examen en mano y ofrézcale un caramelo.

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