miércoles, 18 de abril de 2007

Ser polenta

Este blog nace como un ejercicio de escritura para su autor. El blog no se propone ser parte del mainstream bloggero que, dicho sea de paso, no sabemos si existe. Menos aún se propone obtener algún dinero de esta actividad –la escritura- tan poco rentada en cualquiera de sus formatos. Porque vale decir que los artistas no se mueren de hambre, pero comen fideos tres veces por semana, y con poca crema. Ni que hablar de ponerles queso.
El material publicado en este blog obedecerá a la caprichosa curiosidad de quién escribe, para el deleite o fastidio de los lectores que en realidad, de estar fastidiados, suspenderán su actividad como lectores de este blog y, por lo tanto, podrán detener su fastidio. Puede pasar que el lector fastidiado no haya llegado siquiera al segundo párrafo de esta publicación, habiendo dejado de notar estas observaciones, pero aplicándolas a rajatabla.


Ser desempleado y su consecuente ocio pueden llevar a escribir. Mi caso es una muestra de ello. Y pienso que sin duda algunos escritores se dedicaron a escribir porque no tenían otra cosa que hacer.  Tomemos como ejemplo a Marcel Proust, un "señor" que escribió una colección de libros tan vasta que lleva a sus lectores a vanagloriarse de haber leído su obra, que si bien recuerdo se titula "En búsqueda del tiempo perdido". Yo leí uno de los libros de su colección "Por la parte de Swann", y todavía no encuentro el tiempo perdido. El tiempo dirá, supongo. En fin, éste Proust tuvo una enfermedad y no podía salir de su habitación ¿Que otra cosa podía hacer que escribir? No se la jugó, digamoslo. Era hacer eso o ser un campeón anónimo del solitario. Más todavía en 1913. Esto tiene que ver con una idea que pude dilucidar en mis pocos años de vida, y es que primero esta vivir y después hacer arte. Vivir para el arte te puede llevar a tener una vida infeliz, como le paso a nuestro ídolo nacional de la literatura, nuestro Borges. Digo nuestro por esta manía que tenemos de adueñarnos de lo exitoso. Lo mismo que la selección nacional o cualquier otra selección que alza el oro, Fangio, Cortázar, Gardel y Monzon. Idolos actuales, el primero que se me ocurre es Maradona, pero la verdad es que no me importa. Tengo una indiferencia hacia todo aquello que no me afecte en lo personal, salvo que se trate de situaciones que impidan la plenitud y felicidad de las personas o, dicho de otro modo, que favorezca su sufrimiento, como la falta de educación, alimento y amor. De todas formas aclaro que no es mi intención hacer denuncias sociales ni de ningún otro tipo. Este blog es un atentado contra la queja: inútil, improductiva y negativa. Es el síndrome del tachero y el de los viejos-viejos, quejarse. Encontrar alguno de estos agradeciendo a la vida es como encontrarle una cana a un niño. Y para mí agradecer es el primer paso hacia un cambio. No sé qué cambio. Pero es crucial; a nivel individual y a nivel social. Las preocupaciones y lo negativo atraen más de eso y lo mismo pasa con lo positivo y la "buena onda". Ying- Yang, la película "El secreto" y otras yerbas que nos da esta new wave moderna, y de la que podemos extraer muchas cosas realmente valiosas para un cambio significativo en nuestras vidas.
Por mi cabeza pasaron algunos nombres para el blog, como "siempreesviernes", "zorba" y "barbon". Los últimos dos ya estaban ocupados. Evidentemente hay un exceso de blogs en la red.
Barba de polenta podría ser una síntesis entre la sabiduría y la fuerza, o la fuerza de la sabiduría, pero tiene un significado mucho más infantil.
Así doy comienzo a este blog. Sin suficiente barba, pero con mucha polenta.